Riviera Nayarit uno de los destinos de playa preferidos por los viajeros; resguarda otro tipo de escenarios que brindan grandes espectáculos naturales como por majestuosas e impresionantes cascadas que brindan tranquilidad y adrenalina al ritmo del sonido del agua y el vaivén de su vegetación que enriquecen toda visita al destino, además de ser una atractiva alternativa para descubrir más de la belleza del Tesoro del Pacífico.

La riqueza natural del Tesoro del Pacífico permite que viajeros nacionales e internacionales se enamoren de cada uno de sus microdestinos y rincones. Teniendo como protagonistas estas caídas de agua, los viajeros podrán deleitarse de escenarios únicos donde podrán disfrutar de diferentes actividades ecoturísticas y apoyar el desarrollo de las comunidades locales.

Riviera Nayarit busca posicionarse entre las primeras opciones de viaje para todos aquellos que deseen retomar sus deseos de descubrir las maravillas del destino.

 

Cascada de Luna .-  La Ecoaldea Cascada de Luna es un entorno natural y amigable, localizada en la Carretera Federal 200 en el tramo Compostela- Lasa Varas a 50km de la ciudad de Tepic. Donde los visitantes podrán realizar diversas actividades como senderismo (acompañados de un guía), disfrutar de los paisajes, sentir la brisa refrescante y la tranquilidad de la caída de agua, así como, admirar la vegetación y la fauna, entre otras.

Cascada de Luna es el paraje perfecto para los viajeros que buscan desconectarse de la rutina, ya que cuenta con opciones de hospedaje sustentable donde la energía eléctrica se suministra mediate paneles solares, que los hacen perfectos para disfrutar del entorno sin distracciones.

Cascada del Cora.-  La Cascada El Cora se localiza en la comunidad de Tecuitata, en el municipio de San Blas. Un maravilloso cuerpo de agua rodeado de vegetación exuberante, en pleno bosque tropical, perfecto para nadar, relajarse y conectarse con la naturaleza.

Realizar una caminata de aproximadamente 2.5 km hacia la cascada, ofrece vistas continuas de las cadenas montañosas de la exuberante vegetación, además del concierto natural con el canto de los pájaros a lo largo de los senderos. Los más aventureros encontrarán diversas actividades que pondrán a prueba su condición física practicando salto de acantilado, kayak, canotaje y rappel.

Cascada Real de Acuitapilco.- Ubicado a 20 minutos de la Laguna de Santa María del Oro, se encuentra Real de Acuitapilco, un pequeño poblado cuyo principal atractivo son sus nueve cascadas que cuentan con espacios habilitados para acampar o rentar alguna cabaña.

Los visitantes podrán maravillarse con las cascadas más cercanas al pueblo, como lo son Cascada de la Silla que mide poco más de 30 metros haciéndola la más alta, y la Cascada de las Ánimas. En ambas caídas se puede practicar senderismo para recorrer sus alrededores entre una espesa vegetación que permite escuchar el cántico de diversas aves.

Salto de Jumatán.- El Salto de Jumatán es la cascada más alta del estado de Nayarit, con una caída de agua de 110 metros, que desciende sobre una pared de basalto. Esta maravilla de la naturaleza se localiza en el pueblo Jumatán, muy cerca de la ciudad de Tepic.

Su atractivo radica en su impresionante altura, la fuerza de la caída del agua y la pared de piedra basáltica que la resguarda entre la vegetación que, en suma, permite coloridos contrastes, ideal para los amantes de la fotografía de naturaleza o tomarse una selfie. De acuerdo con la temporada, los viajeros pueden apreciar desde su punto más alto toda su belleza y descender por una larga e inclinada escalinata de piedra, que hacen de esta experiencia toda una aventura de adrenalina y emoción.

El Chorrillo.- Más que una cascada, El Chorrillo (también conocido como El Chorrito) es un balneario natural ubicado en el poblado de El Colomo en Bahía de Banderas que puede visitarse todo el año. Naciente de un arroyo del cerro de Vallejo, su caudal aumenta en temporada de lluvias; sin embargo, por sus características naturales lo hacen un punto ideal para pasar un día de campo en familia y bañarse en sus frías aguas.

Llegar hasta sus cascadas implica un esfuerzo físico que vale la pena. El recorrido permite vivir una experiencia única donde los sentidos se ponen en modo alerta para descubrir entre la vegetación la caída de agua cristalina, escuchar como choca con las rocas y sentir en toda la piel lo refrescante de sus aguas al sumergirse en alguna de las pozas o en las pequeñas cascadas que la dan su nombre al lugar.

El Chorrillo es una maravilla que poca gente local conoce, por lo que los viajeros podrán disfrutar a muy pocos kilómetros de las cristalinas playas de la Riviera Nayarit.

 

 

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