Para LOUIS XIII, celebrar el momento con el choque de las copas equivale al repique de las campanadas, sobre todo cuando se trata de unas copas especiales que contienen, a su vez, un elixir único.
Por ello, cuando en LOUIS XIII se habla de rituales, se habla de un tiempo específico en el que se concentra toda la atención, todo el ambiente se enfoca en acciones puntuales que derivan en una experiencia sin par. Y la bienvenida de este 2023 para llevarlo a cabo junto a familiares y seres queridos.
LOUIS XIII es el resultado de un diálogo centenario, protagonizado por una generación de maestros que hereda sus conocimientos y creaciones a la siguiente: los eaux-de-vie en las barricas de roble antiguas llamadas Tierçons, nacidos gracias al paso de varias décadas, para alcanzar la riqueza y la variedad de aromas que forman parte del cognac LOUIS XIII.
Así, como cualquier tradición, LOUIS XIII se gesta a través del esfuerzo de varias manos, del acuerdo implícito de que “celebrar” es una palabra que solo puede vivirse “en plural”, esperando, siempre juntos, a que el tiempo traiga consigo las mejores recompensas: el ritual LOUIS XIII.
Para este inicio de año, LOUIS XIII sugiere ir más allá del brindis, vivir una experiencia que potencia hasta el simple choque de copas, envolviendo a los sentidos, uno a uno, a través de un acercamiento pausado pero sumamente gratificante, una celebración del tiempo: el contenedor de todos los éxitos y aprendizajes durante este 2022.
Más adelante, entran al escenario las copas diseñadas de forma exclusiva para LOUIS XIII por Christophe Pillet, las cuales pueden contener 4 centilitros de cognac. Cada una de éstas evoca la forma de una gota de agua, marcadas con surcos verticales, posibilitando, de manera delicada, la interacción con la luz, ilustrando la vitalidad propia de este elixir. Cuando chocan, las copas emiten una nota llamada G-sharp, la cual detona aún más los sentidos, recordando a cualquiera que forma parte de esta celebración, que no se trata de un brindis ordinario para un momento excepcional en la vida.
Después, es momento de vivir un brindis sin igual: el primer acercamiento está marcado con una gota de cognac sobre los labios para preparar el paladar, dejando las sensaciones aumenten lentamente. Las combinaciones no se hacen esperar: yendo de lo floral, lo ligero, a lo opulento e intenso.
Más adelante, se recorre un trecho lleno de notas y esencias de mirra, miel, rosas secas, ciruela, madreselva, habanos, cuero, higo y maracuyá. Reminiscencias aromáticas que detonan memorias ocultas y experiencias del pasado: LOUIS XIII es la fragancia del tiempo.
Cada elemento del ritual de degustación LOUIS XIII ha sido diseñado para posibilitar los momentos de mayor celebración en la vida, detonando los sentidos para crear una memoria que prevalecerá por siempre.